sábado, 12 de mayo de 2012

La cocina de la Excelencia


Hablar de actitud de excelencia es referirse, entre otras cosas, a la pasión y entusiasmo que imprimimos en la tarea que emprendemos y al servicio óptimo que debe emanar de ella hacia nuestros clientes. Entusiasmo viene de “In Thus” (llevar a Dios consigo), y cuando hablo de clientes me refiero a aquellas personas que conviven con nosotros en el trabajo (clientes internos) y quienes aprueban con sus compras nuestro estilo comunicacional del cual depende nada menos que nuestra existencia comercial (clientes externos). Aunque me atrevo a decir que el primer cliente interno con el que debemos trabajar es: nuestra propia mentalidad.

La era del conocimiento dio lugar a la era de la información, donde aparecen nuevas formas de interrelacionarse en los negocios. Internet lo tiñe todo y lo abarca todo con absoluto poder, y ese poder es la muestra más contundente de la eliminación de fronteras que existe en la actualidad.
Rescatar lo positivo de este fenómeno es incursionar en la educación permanente, ya que ahora estamos solo a un click cada vez que queremos hacer un curso sobre un tema que nos apasione, o tal vez chatear con una amiga que vive en Australia, o hablar por Skype e interactuar en vivo con una persona que vive en Holanda para cerrar un negocio como si el acuerdo tuviese lugar en nuestro escritorio.
Como contrapartida, mirar con objetividad lo negativo de este poder significa observarnos a nosotros mismos en relación a la enorme cantidad de información con la que estamos siendo bombardeados, que llega de los lugares más insólitos del mundo y que no necesariamente viene en nuestra ayuda. Permanecemos pendientes de emails, mensajes de texto y propagandas hasta en los celulares, que incitan al consumo exagerado, en el mejor de los casos, y que en el peor, insisten subliminalmente en distorsionar la realidad de nuestra vida alentando acciones que no nos favorecen: debemos prestar atención a lo que “consumimos mentalmente” para evitar toxicidades varias.
Se hace muy difícil evitar estos “ladrones de tiempo” como yo los llamo, porque son los signos de un modelo que está muy arraigado en la casi todas las sociedades avanzadas.

Sin embargo, a la hora de entrenarnos en excelencia, tenemos que aprender nuevos hábitos para reducir la dedicación que le damos a estas distracciones. Es imperativo que nos olvidemos de ellas por lo menos tres horas por día para trabajar en esta estrategia. Porque después de todo, lo que realmente nos permite crecer, implica un trabajo previo, sistemático y generalmente a conciencia, relacionado con el aprendizaje.
Una vez que nuestra mente y nuestra actitud estén alineados y hayamos tomado la decisión de avanzar, tenemos que hacer el esfuerzo de extirpar como si fuese una maleza en nuestro magnífico jardín, la queja permanente.
Vivimos quejándonos de todo, porque la queja nos permite vivir en un espacio donde sentimos que es más fácil quejarse que revisar qué pasa con nuestra actitud: por ejemplo, si está verdaderamente alineada con el objetivo que queremos llevar a cabo, si realmente los intentos que realizamos están basados en brindarle una experiencia magnífica al cliente (interno o externo), etc.
En síntesis: lo que ocurre con la queja y con las excusas que ella misma genera, es que no nos brinda un marco para desafiarnos y descubrir en què podemos mejorar, porque nos instala en nuestra famosa zona de confort, en un lugar que yo describo como “demasiado fácil para ser bueno”, en el sentido de que no está apoyado por lo que nos sirve de verdad, que es el conocimiento que lleva a la maduración y por ende, a la asunción de responsabilidades.
Me refiero en este caso al conocimiento sobre nuestra actitud, sobre què estamos haciendo que podríamos mejorar y hacer de forma diferente para lograr un resultado distinto al que obtenemos, un resultado con mayor calidad. Porque el círculo vicioso de nuestra negación al cambio y a auto-observarnos nos induce a crear espacios internos con miradas distorsionadas de la realidad, como lo hacen los enfermos mentales. Einstein, ese mago de las matemáticas y la física, tenía una definición de la locura que me parece bueno compartir: locura “es hacer siempre las mismas cosas con la expectativa de obtener siempre diferentes resultados”
Aquì hago un paréntesis para decirles que no es mi intención que tomen mis palabras a modo de sermón, nada más alejado de eso. Mi objetivo es que aprendan a cuestionarse más, para poder, valga la redundancia, aprender más de Ustedes mismos y de sus clientes, de tal forma que les resulte simple modificar sus acciones en su beneficio  y para su conveniencia y como efecto boomerang, en beneficio de los clientes.
Hay una línea delgadísima que separa la buena intención de hacer algo de la racionalización a la que apelamos por no haberla hecho. Es tema debatible, pero en principio, la excelencia no lo es. Es lo que marca la diferencia ya que está orientada a elevar la calidad, tanto interna como externa, de la vida de las personas.
Si nuestro objetivo es alinearnos a ella para atravesar las arenas movedizas de la mediocridad reinante, es menester buscar la forma de equilibrar la mente, aceptar los desafíos y ponernos a trabajar para lograrlos.
“El mundo nunca esperó a nadie”, le escuché decir recientemente en un seminario de marketing a un afamado consultor nacional con prestigio mundial. No estoy de acuerdo en un cien por ciento. El mundo, somos nosotros, cada uno con su propia unicidad, y absolutamente irrepetible. Cuanto más pronto aprendamos que es menester tomarse el tiempo necesario para observarnos y aprender a eliminar hábitos innecesarios, tanto más rápido estaremos preparados para saber extirpar, en un abrir y cerrar de ojos, la maleza emocional que nos impide evolucionar. Y el mundo, esta vez con otra mirada, nos estará esperando.   

                                                               Mónica M. Arias
                                                               Consultora en Excelencia y
                                                               Marketing Emocional
                                                               Cel: 155-937-3158
                                             contacto@monicaarias.com.ar


martes, 20 de marzo de 2012

AIME Encuentro Empresarial de Mujeres 2012

El pasado 14 del corriente, se realizó en encuentro anual de la Asociación de Mujeres Iberoamericanas de Empresa, AIME, en el Hotel Presidente de la Ciudad de Buenos Aires. Tuve el agrado de ser invitada a participar de este maravilloso evento que sumó a más de 200 mujeres de toda Iberoamérica, quienes fuimos honradas con un panel de lujo en la disertación: Clara Mariño, periodista y docente, Graciela Romer , socióloga especialista en política, y Orlando Ferrerer , economista, nos ofrecieron desde sus disferentes miradas, un análisis despovisto de exageraciones y basado en una mirada crítica y certera de nuestra realidad nacional.
A continuación, adjunto un artículo sobre este fantástico Encuentro de Mujeres Empresarias de Iberoamérica y aprovecho para felicitar a sus organizadores, ya que el evento merece ser destacado por su organización y cumplimiento puntual, tanto de la disertación por la mañana, como de su agenda de la ronda de negocios por la tarde. Felicitaciones!

Reunión de Mujeres Empresarias Iberoamericanas - Marzo 2012, Buenos Aires, Argentina

viernes, 9 de marzo de 2012

jueves, 1 de marzo de 2012

También en los negocios...el corazón tiene razones que la razón desconoce.


No, ni me volví loca ni tampoco delirio. Les digo que no, que lo que me inspiró a escribir este artículo es cierto: el corazón también está presente en los negocios, y cuando no lo está, se nota, y lo peor, es que los primeros que lo notan son los clientes!
Les cuento a qué me refiero: cuando un grupo de personas en una organización, sintonizan su frecuencia de trabajo en la comunicación abierta, interactuando con fluidez, aprendiendo de cada quien (porque gloriosamente somos todos diferentes), pero, y lo más importante, divirtiéndose al mismo tiempo, esa frecuencia que es la energía del grupo (clientes internos), se transmite inmediatamente a nuestros clientes, generando un muy buen caudal de “sensaciones” y “emociones” que tal vez no puedan medirse en términos como los que estamos acostumbrados, pero sí , e indefectiblemente,  a largo plazo.

Se trata de la felicidad. Una palabrita tan mentada, tan de moda, tan huidiza, tan aferrada a un sinnúmero de controvertidas estructuras y explicaciones vanas, como la vanidad misma. La felicidad es la alegría. Ni más ni menos. Empleados contentos, alegres, felices, que hacen su trabajo en un ambiente de armonía, donde pueden distenderse, realizar aportes, tal vez enojarse por un rato (la felicidad no consiste en mantener la sonrisa a como de lugar, sino más bien en aceptar que ciertos momentos ingratos hacen el contraste necesario para apreciarla cuando está en su plena floración) , comentar si no están de acuerdo con alguna medida tomada por sus jefes (sin necesidad de que su puesto sea puesto en peligro por eso, o termine anotado en libretas negras que siempre existen, sino física, al menos en la implacable memoria de los que ostentan autoridad con “chapa” , no de la verdadera), etc.

Ahora bien: la felicidad de un grupo de trabajo está directamente asociada a dos factores más que directos, yo diría directísimos, si se me permite la invención del término. Uno es el liderazgo que lo reúne, lo guía , lo entrena, lo apoya y lo motiva. El otro es la responsabilidad de los que tienen mayor cargo dentro de la cadena de mandos, los dueños, gerentes generales, directores o presidentes de las organizaciones.
Porqué? Bueno, porque sin que ellos se acerquen a sus grupos, sin que exista al menos la noción de que su gente le importa, tarde o temprano, la empresa mostrará la hilacha y su éxito en las ventas (o su desesperada lucha por mantener los números elevados) se verá comprometido en la misma medida en que no se cumplan estos dos requisitos, a mi entender mínimos para lograr resultados excelentes.
Es lógico que posibilitar la felicidad de la gente no es tarea fácil. Sobre todo si no se cuenta con una dosis de creatividad (único requisito real para lograrlo) considerable. Pero hago la salvedad de que, si bien considero que el management actual adolece de una mediocridad sin límites en el plano de la motivación de sus grupos de trabajo ( y esto se ve reflejado en forma más dramática especialmente en lo referido a su fuerza de venta), también existen Empresas que tomaron la bandera vanguardista y ya están diseñando ambientes de distensión, ámbitos de reflexión y políticas de cuidado de su grupo humano que van más allá de la provisión de agua mineral diaria y /o tecito de las 5 pm.
Tampoco se trata de otorgar “buen trato”. Este más bien constituye una obligación de parte de cualquier persona que dirija a otra, en cualquier ámbito.
Estoy hablando de la gestión por emociones. De esa que no abunda pero debería, para lograr un cambio de significativo avance en el logro de la felicidad, alegría, bienestar, de quienes trabajan en una empresa cualquiera.
Ustedes se preguntarán: ¿Y esto cómo se logra? La respuesta a esta pregunta es tanto o más simple de lo que se imaginan: Aceptando que tal vez las cosas no estén del todo bien entre nuestros colaboradores y actuando en consecuencia, con poder de decisión.
Hay empresas en el mundo que están ganando millones de dólares porque le están enseñando a otras ( a la gran mayoría) a virar la mirada primero hacia el cliente interno, porque este es, indefectiblemente, el único responsable de su imagen ante el externo, y por eso, irremediablemente, de su éxito o fracaso. Y esto recién ahora se observa? No, pero recién ahora se vive con mayor intensidad a nivel global la diferencia entre haber comprado en un lugar donde estas políticas “felices” se llevan a cabo, y donde no. Porque el “efecto residual” de la felicidad está implícito en el mismo comportamiento del grupo que representa a la empresa, y en el agrado con que el cliente es asistido mucho más allá de su momento de compra.
Para mí, esto tiene que ver con el corazón. Puesto al servicio del servicio mismo. De eso, entre otras cosas, se trata la excelencia. Claro que su valor es más alto, pero vale la pena: los resultados , desde siempre,  me lo han demostrado.


Mónica M. Arias
Consultoría en Excelencia
contacto@monicaarias.com.ar
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lunes, 20 de febrero de 2012

Your Most Remarkable Emotional Tool: Surprise


If you are a good, experienced salesperson, chances are you love to find new ways to continue with your sales education. In fact, I believe that reading more and assisting to seminars and courses grants you the advantage of being more prepared to stick to the good habit of improving the quality of your customer service. This is true and necessary but it is not enough. Today, you need to learn more strategies: the main reason why you will be remembered by customers is what I call the “emotional tool” of surprise.

What do I mean? I will answer this question with some questions (after all, you already know of my passion for making them): How would you feel if you got something unexpected from a salesperson who assisted you in the past? Wouldn´t you agree with me that in such occasion your mind would probably make an effort to go back through its files and find the memory attached to the person who sent the surprise? Wouldn´t this simple act of being surprised make your day a little bit happier? And because of that, wouldn´t you immediately attach this gesture with excellent service? Absolutely, is my answer to all  these questions.

Now let me clarify something: to send a surprise to your customers does not mean counting on a huge budget to do it. Nor does it mean hiring a detective to find out what each of your customers´ preferences are (Once more: questions are your best allies when it comes to learning about them).
Essentially, customers love surprises, and surprises can be strategically crafted for each of them. The more you know about them, the closer you will be to send the right surprise.

For example, years ago I used to have a client who loved dogs. She was single, lived on her own, and had two lovely dogs she bragged about all the time as if they were her own kids.
A few weeks after one of her purchases - and after having sent her my email acknowledgement to express gratitude for her acquisition - I decided to surprise her with something that would emotionally ring a bell in her brain and heart: I sent her two dog-toys for both her “babies”.
Her response was amazing: She called me immediately to thank me for the presents, expressing her joy at watching her little pets playing around the house. She became one of my best customers for many years ever since. Budget? I believe I spent around 20 dollars for both toys (maybe less). Result? Outstanding: I managed to offer her my help for many years as a saleslady, closed fantastic sales, and built a strong and trustable long-term relationship with which she still honors me today.
Your surprises can also include: Beautiful crafted letters of acknowledgement you can enclose into lovely envelopes the color your customer adores, nicely arranged bunch of season flowers sent to office or home, useful desk accessories, etc.

If you are the shop owner, your gifts will have to reflect it: do not send 20 dollar gifts if you wish to make an emotional impact to your customers. I have met jeweler owners who did this (reputable, very well known ones, mind you) only to get logical, horrible responses from clients. I would suggest for example an original accessory like a fine pen – the one-of-a-kind- like that people adore- with your company´s logo and, if possible, the name of your customer crafted on it.

Love your customers. Make them feel they are special for you with surprises here and there and enjoy long-term happy clients and great results.


This article has been published in Jewelry News Network 
http://jewelrynewsnetwork.blogspot.com/


Mónica M. Arias
"Helping you discover how to reach your best level of Customer Service through Excellence"
contacto@monicaarias.com.ar
Copyright 2012



viernes, 17 de febrero de 2012

A little bit about me...


I am a woman who loves life. I adore reading, writing and learning about anything related to human nature and evolutionary leadership. I got married when I was very young - 17 - had my wonderful son and daughter, and, to make a long story short, god divorced when I was still very young: 25. At that time, my kids were 6 and 2 years old, I suddenly found myself alone - my ex husband literally disappeared from scene - broke and jobless. Back then I really had no time to get depressed though; I found myself too busy figuring out how to feed by kids, find a place to live, raise them and move on with our lives. My parents were living far away and the rest of the family did not seem to be ready to offer a hand. There were times I just wanted to stop living, but my kids were my beacons, the forces I needed to trust that everything would be all right…

So right after divorce, one morning I took my kids by the hand and went to the local center where all retailers block together and offered myself to make things like: organizing stock and exhibited goods, re-arranging displays, wrapping up gift packages (Christmas time was near), etc. I got my first client that very day and my kids and I lived under tons of paper and ribbons and bottles and boxes for many months to come...my eldest son still remembers the joy of helping me with every order. Those were - without being conscious about it - my first steps towards Excellence Customer Service. I will not bother you more with my story, I know there are plenty of people who have gone through great pain and have learnt to take the best out of them rather than the worst, to survive. But to summarize my experience, I started working for an international Bank a couple of years later - my first formal job - and from then on, I started my career in Sales and Customer Service. Have been working for the corporate arena of luxury brands for more than 25 years. Two of my best clients throughout the years told me once: "Mónica, you should work on your own, and help companies and salespeople work like you, because you are an Excellence Expert" I said to myself at that time: "Wow!! These guys are crazy...too important a title for me" - But you know what...I am an Excellence Expert...I have always been. Because I have lived choosing Excellence every time, no matter what, in my personal and working life. I made little, medium size and huge mistakes but learnt hot to take responsibility for them and say “I am sorry” when necessary.
This is just only part of my life, because God has shown me so many miracles along my journey…One of them, probably the most outstanding and challenging one was to survive a car accident with my family back in 1994. That was a true miracle and I know, deep inside of me, that God´s army of angels descended upon the highway where the accident took place and gracefully allowed us to survive, get minimum injures, get recovered in a relatively short period of time and move on with our lives... God granted us a second chance to enjoy life, to do whatever it takes to craft the best version of Ourselves while experiencing our enormous blessings. Now time has come for me to gladly accept the title my clients so kindly gave me years ago, and plan to do business teaching about Excellence Customer Service strategies around the World while helping people understand the value of their precious, unbelievable and glorious life...

miércoles, 8 de febrero de 2012

jueves, 2 de febrero de 2012

What do luxury clients demand today?


This is a very interesting article about what luxury companies should be addressing throughout the year...surprising luxury customers with Excellence.

When the number of Stars is not enough...

miércoles, 1 de febrero de 2012

martes, 31 de enero de 2012

Emotional Marketing: Three Steps to Surprise Your Clients

Hope this article helps you get closer to your best asset: your relationship with clients! http://jewelrynewsnetwork.blogspot.com/
This is a very good article about Blogging...Hope you enjoy it ! http://www.thesaleslion.com/lessons-learned-biggest-blogging-jerk-ever/

martes, 10 de enero de 2012

Three Language Secrets To Improve Your Sales Results

Language is one of the most important means of communication. Words are vital components of language, and so are gestures, looks, movements, sounds, art, music, and of course, silence. (Many people feel uncomfortable with silence, yet, it is such a remarkable excellent tool both in life and in sales!)
As effective communicators, we sales people need to be aware of our messages: sometimes “unwanted” words and gestures come up, and fluid communication becomes somewhat difficult. That is why it is so important to think how we are going to use words with clients before actually being with them. Rehearsing some language secrets in advance will turn your communication into a more fluent, transient, and empowering experience for your clients.

Secret Number One: Avoid Labeling

Broadly speaking, when we openly or mentally label a situation, a person, a feature of ourselves - whatever – it is always with a negative connotation which tends to limit possible different ways to keep on growing, specially in the sales arena, just because labeling is a means to narrow our minds and has the effect to “filter in” only the information that will serve as “consistent evidence” that back-up the labels we created. You need to remember that our mind is sometimes tricky: you cannot trust it very much, it may lead you to make big mistakes!
So, in order to avoid labeling, every time you have a tendency to judge, simply act as a judge instead, :use language to reason, ask yourself: “What is the real evidence I count on to make such an assumption about this…person, situation, myself, whatever?” “What questions could I make in order to learn more about this and check if I am making a sound conclusion or a stupid one? “Why do I post this “identity label” to myself and keep it in my mind when it does not help me in my work – and life - at all? What is it I need to say or do differently in order to produce the outcomes I desire?
To help you adopt good self- criticism, just refer to you ( the situation, the other person – whatever ) in a positive, enquiring manner: “I am such a great salesperson! Isn´t it great I am able to improve my performance by learning new language strategies?” “She is a very reserved and quiet client, what could I say to her (or what words would I choose ) to open up the dialogue without sounding pushy or invasive given her reluctance to speak?
Note that whenever I get you through this column, I reinforce the idea of making lots of open questions everyday, all day long. They are really helpful and have the advantage of erasing all psychological “stick ability” to labeling.

Secret Language Number Two: Use Tag Questions

This is such a simple, wonderful and effective technique! Isn´t it? You will find it very useful, especially when you have established good rapport with clients. Question Tags are known as “positive change facilitators” in Neurolinguistics because they reinforce “buy-in” behaviors. You can even apply them to reinforce the client´s “mood” of the moment: “ You know Ms. XX, I truly believe you are going to enjoy this beautiful ring for many years to come and in plenty of occasions, don´t you agree?
I am pretty sure once you start noticing how helpful this tool is in getting results, and once you feel comfortable expressing question tags, you will feel encouraged to use it more in your daily working routine, won´t you?

Secret Language Number Three: Neutralize objections with “And…”

Your clients will come up with thousands of diverse objections rather than price or payment. They will tell you even interesting things about family matters if they have in mind to get you up in their roller coaster of “not being sure” or “not being ready” to purchase. We know that, and certainly we expect that. After all, it is in the very core of human nature to struggle a bit before closing a deal, just because…

Therefore, when a client posts an objection and he/she says something like: “ I am really scared to make this step” , you take a few seconds and magnetize your suggestion: “I understand Mr XX…AND that means you are someone conscious about your important choices…Plus, fear is part of human nature, isn´t it?</span> Although I am sure you will agree that our best decisions come associated with a little bit of fear, just because it is an ingredient of getting everything is worth having, don´t you think so?</span>”
As professional salespeople in the luxury market we have today what I believe is an un-precedent historical opportunity to take advantage of the person-to-person interaction: you can harness language tools and use them purposefully in the direction of positive change, whether it is closing a sale or coming to an agreement.
Make the effort: study these secrets a little bit further and apply them right away, they will help you go beyond your imagination, and sales goals.

Note: this article has been published in Jewelry News Network , USA - January 11, 2012
Mónica M. Arias
Excellence Expert & Consultant: Helping you discover how to reach your next level through excellence.
contacto@monicaarias.com.ar
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Escenario y Tendencias del Consumidor de Lujo 2012

Muchos especialistas en la industria del Lujo coinciden en señalar tendencias que marcarán la diferencia en el comportamiento del consumidor de este segmento. Coincido por ejemplo con Carla Romano, especialista en marketing sobre Lujo, cuando comenta en su columna que una de las tendencias en la que las Empresas de este sector deben trabajar es en los "pequeños" detalles que suman a la expereiencia del cliente,y por los cuales estarán dispuestos a abonar un precio "extra"a la hora de decidir una compra.

Pequeños o no, lo cierto es que no todas las Empresas que se auto-definen (o que ya se han consagrado) de Lujo o Premium, realizan acciones para "enamorar" a sus clientes de forma tal de lograr que su experiencia sea el valor agregado que reciben simplemente por ser sus clientes high-end. Sabemos que las empresas de lujo compiten con otras de su misma categoría o ramo, en cuanto a la calidad de sus productos y servicios, forma de accesibilidad de los mismos, calidad óptima en la manufactura, etc. Pero es indudable que todavía existen prejuicios sobre el servicio de Excelencia, que incluye los detalles a los cuales nos referimos. Muchos ejecutivos, dueños de Empresas de Lujo o Premium, no contemplan una acción de marketing emotivo en sus operaciones comerciales. Y en un año marcado por la incertidumbre y el ajetreo financiero global, seguramente será necesario agudizar el ingenio para ofrecer mucho más valor agregado que nunca, por ejemplo, en acciones de cuidado y "presencia permanente" en la mente del cliente high-end.

Por qué es necesario volcar todos los esfuerzos en este tipo de estrategia comunicacional? Porque los clientes de este segmento aman ser tratados en forma diferente. Y esa diferenciación será más notoria cuanto más concretas sean las acciones desde la Empresa que provoquen emociones placenteras a los clientes, que quieren ser y sentirse "eternamente" sorprendidos.
Es interesante destacar que las empresas de lujo del sector retail, también deberán contar con una estrategia de posicionamiento acorde a estas nuevas exigencias del mercado. A pesar de la renuencia de muchas firmas del sector en realizar campañas de posicionamiento de marca, estas estrategias son críticas dados los grandes movimientos de competitividad originados en el mundo del Lujo en los últimos meses.

El 2012 será un año de desafíos en este sentido para las Empresas de Lujo y Premium, que se han establecido a través de la tradición, su historia y herencia, y ahora se ven envueltas en grandes cambios de comportamiento de sus consumidores, que incluyen el mayor acercamiento de los clientes a lo que dictan los "consejeros" a través de sus fuentes de información tecnológica, un mayor apego a las empresas "green-friendly", mayor accesibilidad a las redes sociales: Facebook, Twitter, y otras que influyen en su decisión de compra, un marcado acento por lo visual que muchas veces impacta en la decisión de compra, un servicio de Excelencia que demandan en la pre venta, la venta y la post-venta, y una cautela mucho mayor en la selección de compra. La pregunta es: Están las Empresas de Lujo y Premium capacitadas hoy para ajustar sus iniciativas comerciales ofreciendo valor agregado permanente a sus clientes? Este es un interrogante abierto porque su respuesta se consagrará a los resultados obtenidos de acuerdo a la decisión de diferenciarse de su competidor, o no.

Aquí es donde la Excelencia entra en juego, hoy más que nunca, en el uso de la imaginación y la innovación para lograr el efecto sorpresa que los clientes desean recibir, sin motivo alguno, por el simple hecho de pertenecer al mundo fascinante de la Industria del Lujo.