New article in Jewelry News Network: Wanna rock in Sales? Read this and learn how
.http://www.jewelrynewsnetwork.blogspot.com.ar/2012/05/wanna-rock-in-sales-read-this-and-learn.html
Mónica M. Arias
Consultoría en Excelencia - Servicio al Cliente para Empresas de Lujo y Premium - Excellence Consulting . Customer Service for Luxury and Premium Brands
martes, 29 de mayo de 2012
sábado, 12 de mayo de 2012
La cocina de la Excelencia
Hablar de actitud de excelencia es referirse, entre otras cosas,
a la pasión y entusiasmo que imprimimos en la tarea que emprendemos y al
servicio óptimo que debe emanar de ella hacia nuestros clientes. Entusiasmo viene de “In Thus” (llevar a Dios consigo), y
cuando hablo de clientes me refiero a aquellas personas que conviven con
nosotros en el trabajo (clientes internos) y quienes aprueban con sus compras
nuestro estilo comunicacional del cual depende nada menos que nuestra existencia
comercial (clientes externos). Aunque me atrevo a decir que el primer cliente
interno con el que debemos trabajar es: nuestra propia mentalidad.
La era del conocimiento dio lugar a la era de la información, donde aparecen nuevas
formas de interrelacionarse en los negocios. Internet lo tiñe todo y lo abarca todo con
absoluto poder, y ese poder es la muestra más contundente de la eliminación de fronteras que existe en la actualidad.
Rescatar lo positivo de este fenómeno es incursionar en la
educación permanente, ya que ahora estamos solo a un click cada vez que
queremos hacer un curso sobre un tema que nos apasione, o tal vez chatear con
una amiga que vive en Australia, o hablar por Skype e interactuar en vivo con una
persona que vive en Holanda para cerrar un negocio como si el acuerdo tuviese
lugar en nuestro escritorio.
Como contrapartida, mirar con objetividad lo negativo de este
poder significa observarnos a nosotros mismos en relación a la enorme cantidad de
información con la que estamos siendo bombardeados, que llega de los
lugares más insólitos del mundo y que no necesariamente viene en nuestra ayuda. Permanecemos
pendientes de emails, mensajes de texto y propagandas hasta en los celulares, que
incitan al consumo exagerado, en el mejor de los casos, y que en el peor,
insisten subliminalmente en distorsionar la realidad de nuestra vida alentando
acciones que no nos favorecen: debemos prestar atención a lo que “consumimos
mentalmente” para evitar toxicidades varias.
Se hace muy difícil evitar estos “ladrones de tiempo” como yo los llamo, porque
son los signos de un modelo que está muy arraigado en la casi todas las sociedades avanzadas.
Sin embargo, a la hora de entrenarnos en excelencia, tenemos que
aprender nuevos hábitos para reducir la dedicación que le damos a estas
distracciones. Es imperativo que nos olvidemos de ellas por lo menos tres horas
por día para trabajar en esta estrategia. Porque después de todo, lo que realmente
nos permite crecer, implica un trabajo previo, sistemático y generalmente a
conciencia, relacionado con el aprendizaje.
Una vez que nuestra mente y nuestra actitud estén alineados y hayamos
tomado la decisión de avanzar, tenemos que hacer el esfuerzo de extirpar como si
fuese una maleza en nuestro magnífico jardín, la queja permanente.
Vivimos quejándonos de todo, porque la queja nos permite vivir en un espacio
donde sentimos que es más fácil quejarse que revisar qué pasa con nuestra actitud: por ejemplo, si está verdaderamente alineada
con el objetivo que queremos llevar a cabo, si realmente los intentos que
realizamos están basados en brindarle una experiencia magnífica al cliente (interno o
externo), etc.
En síntesis: lo que ocurre con la queja y con las excusas que ella
misma genera, es que no nos brinda un marco para desafiarnos y descubrir en què podemos mejorar, porque
nos instala en nuestra famosa zona de confort, en un lugar que yo
describo como “demasiado fácil para ser bueno”, en el sentido de que no está apoyado por lo que nos
sirve de verdad, que es el conocimiento que lleva a la maduración y por ende, a la asunción de responsabilidades.
Me refiero en este caso al conocimiento sobre nuestra actitud,
sobre què estamos haciendo que podríamos mejorar y hacer de forma diferente para lograr un resultado
distinto al que obtenemos, un resultado con mayor calidad. Porque el círculo vicioso de nuestra
negación al cambio y a auto-observarnos nos induce a crear espacios
internos con miradas distorsionadas de la realidad, como lo hacen los enfermos
mentales. Einstein, ese mago de las matemáticas y la física, tenía una definición de la locura que me parece bueno compartir: locura “es hacer
siempre las mismas cosas con la expectativa de obtener siempre diferentes
resultados”
Aquì hago un paréntesis para decirles que no es mi intención que tomen mis palabras a
modo de sermón, nada más alejado de eso. Mi objetivo es que aprendan a cuestionarse más, para poder, valga la
redundancia, aprender más de Ustedes mismos y de sus clientes, de tal forma que les resulte
simple modificar sus acciones en su beneficio
y para su conveniencia y como efecto boomerang, en beneficio de los
clientes.
Hay una línea delgadísima que separa la buena intención de hacer algo de la
racionalización a la que apelamos por no haberla hecho. Es tema debatible,
pero en principio, la excelencia no lo es. Es lo que marca la diferencia ya que
está orientada a elevar la calidad, tanto interna como externa, de
la vida de las personas.
Si nuestro objetivo es alinearnos a ella para atravesar las
arenas movedizas de la mediocridad reinante, es menester buscar la forma de
equilibrar la mente, aceptar los desafíos y ponernos a trabajar para lograrlos.
“El mundo nunca esperó a nadie”, le escuché decir recientemente en un seminario de
marketing a un afamado consultor nacional con prestigio mundial. No estoy de
acuerdo en un cien por ciento. El mundo, somos nosotros, cada uno con su propia
unicidad, y absolutamente irrepetible. Cuanto más pronto aprendamos que es
menester tomarse el tiempo necesario para observarnos y aprender a eliminar hábitos innecesarios, tanto más rápido estaremos preparados
para saber extirpar, en un abrir y cerrar de ojos, la maleza emocional que nos
impide evolucionar. Y el mundo, esta vez con otra mirada, nos estará esperando.
Mónica M. Arias
Consultora en Excelencia y
Marketing
Emocional
Cel:
155-937-3158
lunes, 26 de marzo de 2012
martes, 20 de marzo de 2012
AIME Encuentro Empresarial de Mujeres 2012
El pasado 14 del corriente, se realizó en encuentro anual de la Asociación de Mujeres Iberoamericanas de Empresa, AIME, en el Hotel Presidente de la Ciudad de Buenos Aires. Tuve el agrado de ser invitada a participar de este maravilloso evento que sumó a más de 200 mujeres de toda Iberoamérica, quienes fuimos honradas con un panel de lujo en la disertación: Clara Mariño, periodista y docente, Graciela Romer , socióloga especialista en política, y Orlando Ferrerer , economista, nos ofrecieron desde sus disferentes miradas, un análisis despovisto de exageraciones y basado en una mirada crítica y certera de nuestra realidad nacional.
A continuación, adjunto un artículo sobre este fantástico Encuentro de Mujeres Empresarias de Iberoamérica y aprovecho para felicitar a sus organizadores, ya que el evento merece ser destacado por su organización y cumplimiento puntual, tanto de la disertación por la mañana, como de su agenda de la ronda de negocios por la tarde. Felicitaciones!
Reunión de Mujeres Empresarias Iberoamericanas - Marzo 2012, Buenos Aires, Argentina
A continuación, adjunto un artículo sobre este fantástico Encuentro de Mujeres Empresarias de Iberoamérica y aprovecho para felicitar a sus organizadores, ya que el evento merece ser destacado por su organización y cumplimiento puntual, tanto de la disertación por la mañana, como de su agenda de la ronda de negocios por la tarde. Felicitaciones!
Reunión de Mujeres Empresarias Iberoamericanas - Marzo 2012, Buenos Aires, Argentina
viernes, 9 de marzo de 2012
La mujer en los negocios
Artículo del Cronista Comercial sobre la participación femenina en alza en el campo de los negocios
Mujeres Empresarias
Mujeres Empresarias
jueves, 8 de marzo de 2012
Excellence preferred...
This is a very interesting video about Excellence, that I simply found excellent ...
http://www.youtube.com/watch?v=LEZ-xCKFQfQ
http://www.youtube.com/watch?v=LEZ-xCKFQfQ
jueves, 1 de marzo de 2012
También en los negocios...el corazón tiene razones que la razón desconoce.
No, ni me volví loca ni tampoco delirio. Les digo que no, que lo que
me inspiró a escribir este artículo es cierto: el corazón también está presente
en los negocios, y cuando no lo está, se nota, y lo peor, es que los primeros
que lo notan son los clientes!
Les cuento a qué me refiero: cuando un grupo de personas en una
organización, sintonizan su frecuencia de trabajo en la comunicación abierta,
interactuando con fluidez, aprendiendo de cada quien (porque gloriosamente somos
todos diferentes), pero, y lo más importante, divirtiéndose al mismo tiempo,
esa frecuencia que es la energía del grupo (clientes internos), se transmite
inmediatamente a nuestros clientes, generando un muy buen caudal de
“sensaciones” y “emociones” que tal vez no puedan medirse en términos como los
que estamos acostumbrados, pero sí , e indefectiblemente, a largo plazo.
Se trata de la felicidad. Una palabrita tan mentada, tan de moda, tan
huidiza, tan aferrada a un sinnúmero de controvertidas estructuras y
explicaciones vanas, como la vanidad misma. La felicidad es la alegría. Ni más
ni menos. Empleados contentos, alegres, felices, que hacen su trabajo en un
ambiente de armonía, donde pueden distenderse, realizar aportes, tal vez
enojarse por un rato (la felicidad no consiste en mantener la sonrisa a como de
lugar, sino más bien en aceptar que ciertos momentos ingratos hacen el
contraste necesario para apreciarla cuando está en su plena floración) , comentar
si no están de acuerdo con alguna medida tomada por sus jefes (sin necesidad de
que su puesto sea puesto en peligro por eso, o termine anotado en libretas
negras que siempre existen, sino física, al menos en la implacable memoria de
los que ostentan autoridad con “chapa” , no de la verdadera), etc.
Ahora bien: la felicidad de un grupo de trabajo está directamente
asociada a dos factores más que directos, yo diría directísimos, si se me
permite la invención del término. Uno es el liderazgo que lo reúne, lo guía ,
lo entrena, lo apoya y lo motiva. El otro es la responsabilidad de los que
tienen mayor cargo dentro de la cadena de mandos, los dueños,
gerentes generales, directores o presidentes de las organizaciones.
Porqué? Bueno, porque sin que ellos se acerquen a sus grupos, sin que
exista al menos la noción de que su gente le importa, tarde o temprano, la
empresa mostrará la hilacha y su éxito en las ventas (o su desesperada lucha por mantener
los números elevados) se verá comprometido en la misma medida en que no se
cumplan estos dos requisitos, a mi entender mínimos para lograr resultados
excelentes.
Es lógico que posibilitar la felicidad de la gente no es tarea fácil.
Sobre todo si no se cuenta con una dosis de creatividad (único requisito real
para lograrlo) considerable. Pero hago la salvedad de que, si bien
considero que el management actual adolece de una mediocridad sin límites en el
plano de la motivación de sus grupos de trabajo ( y esto se ve reflejado en
forma más dramática especialmente en lo referido a su fuerza de venta), también existen
Empresas que tomaron la bandera vanguardista y ya están diseñando ambientes de
distensión, ámbitos de reflexión y políticas de cuidado de su grupo humano que
van más allá de la provisión de agua mineral diaria y /o tecito de las 5 pm.
Tampoco se trata de otorgar “buen trato”. Este más bien constituye
una obligación de parte de cualquier persona que dirija a otra, en cualquier ámbito.
Estoy hablando de la gestión por emociones. De esa que no abunda pero
debería, para lograr un cambio de significativo avance en el logro de la
felicidad, alegría, bienestar, de quienes trabajan en una empresa cualquiera.
Ustedes se preguntarán: ¿Y esto cómo se logra? La respuesta a esta
pregunta es tanto o más simple de lo que se imaginan: Aceptando que tal vez las
cosas no estén del todo bien entre nuestros colaboradores y actuando en consecuencia, con
poder de decisión.
Hay empresas en el mundo que están ganando millones de dólares porque
le están enseñando a otras ( a la gran mayoría) a virar la mirada primero hacia
el cliente interno, porque este es, indefectiblemente, el único responsable de
su imagen ante el externo, y por eso, irremediablemente, de su éxito o fracaso. Y esto recién ahora se observa? No, pero recién
ahora se vive con mayor intensidad a nivel global la diferencia entre haber
comprado en un lugar donde estas políticas “felices” se llevan a cabo, y donde
no. Porque el “efecto residual” de la felicidad está implícito en el mismo
comportamiento del grupo que representa a la empresa, y en el agrado con que el
cliente es asistido mucho más allá de su momento de compra.
Para mí, esto tiene que ver con el corazón. Puesto al servicio del
servicio mismo. De eso, entre otras cosas, se trata la excelencia. Claro que su valor es más alto, pero vale
la pena: los resultados , desde siempre, me lo han demostrado.
Mónica M. Arias
Consultoría en Excelencia
contacto@monicaarias.com.ar
Copyright 2012
Suscribirse a:
Entradas (Atom)